Hace tiempo que buceé en los cajoncitos de mis «joyeros» (lo pongo entre comillas porqué de joyas no hay ninguna) para ver qué podía hacer de todas aquellas pulseras, pendientes y collares que ya no me pongo. Entre aquellos objetos encontré tres pulseras de metal que recuerdo haber comprado hace muuuuuuuucho tiempo en una tienda de Badalona, pero debido a que mi muñeca es muy estrecha, me resultaba incómodo llevarlas puestas. Además, al cabo del tiempo me parecieron unas pulseras más bien insulsas y sin ningún rasgo diferenciador. A modo de experimento me puse a hacer nudos cuadrados de macramé sobre ellas, envolviendo así buena parte del metal hasta dejar solo un trocito a la vista, para darle un rasgo diferente y que se apreciara el relieve. El resultado es este; simple pero interesante.
Me parece una idea súper fácil e interesante para reciclar nuestras pulseras viejas, genial! 🙂
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Facilísima y ahora se ven muy diferentes 🙂
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