Bikini Triangular

Tengo una prima que desde hace un tiempo vive en Holanda, se llama Noelia y le encanta la playa y el surf, quizás por eso está deseando volver pronto a Barcelona. Os cuento esto porque aún estando lejos, gracias a las redes sociales, ella nos sigue de cerca y hace unos meses me contactó para proponerme una idea: hacer un bikini a croché. De aquí salió el Bikini que os enseñé en el post anterior. La idea me encantó así que rapidamente (una vez terminado el mío) me puse a hacerle uno a ella. El resultado podeís verlo aqui.

Para este bikini utilicé el mismo tipo de hilo y patrón que en el anterior bikini, con la única diferencia que para la parte de arriba me he basado en una técnica diferente, la cual aprendí en el Video Tutorial de Carmen Espin.

Con este otro patrón la copa del bikini queda más definida, por lo que se ajusta mejor. A mi parecer este modelo es mejor para las personas con menos pecho, o para aquellas que les guste que la marca del sol sea lo más mínima posible. ¡Espero que mi prima lo disfrute!

Y vosotras ¿Ya teneis bikini?

Bikini a Croché

El verano se acerca y con él la playa y el momento de lucir bikini. En mi caso, me adelanté unos meses y con la llegada de la primavera empecé a tejer mi primer bikini a croché. Para ello me basé en el Video Tutorial de Ayuama Crochet, el cual está compuesto de tres partes: Parte 1Parte 2Parte 3 .

Tardé aproximadamente un mes en terminarlo y aunque el resultado no es perfecto… ¡estoy muy orgullosa de él! Durante mis tempranas vacaciones en Cuba lo he usado día sí día también. Os dejo algunas fotos para daros un poquito de envídia.

Para este bikini aprendí a tejer con hilo fino y a usar la aguja de croché 1’6. El hilo que usé es 100% algodón acrílico. En la tienda de lanas donde suelo ir me lo recomendaron para hacer bañadores, dado que resiste mejor la erosión del agua y no se empapa mucho.

La verdad es que siguiendo las instrucciones del video este bikini resulta fácil de hacer. No obstante, el mayor problema ha sido el de adaptar las instrucciones del tutorial al tipo de hilo que he usado y a las medidas de mi cuerpo. Más de una vez tuve que deshacerlo todo y volver a empezar. Pero bueno, una no puede esperar que todo le salga bien a la primera. Tendré que seguir ampliando mi colección de bikinis para disfrutarlos durante este verano.

¡Mi primer Bikini a Croché!

Cómo hacer una funda para tu móvil

¿Os acordáis del bolsito que tejí para mi madre? Pues con los hilos que sobraron se me ocurrió hacer una funda para el móvil y este fue el resultado.

¿No está mal, no?

Hacerla es muuuuuuy fácil. Seguí las instrucciones del tutorial de Bluü y para añadir un toque más personalizado hice lo siguiente:

– Cambié de color y tejí siete vueltas más de puntos rasos para conseguir el dobladillo de la entrada de la funda.

Añadí un hilo en la vuelta de cambio de color (justo donde se dobla la funda) y anudé un par de pompones en las puntas del hilo. Así se logra un cordón corredizo que le da un toque diferente a la funda. Hacer los pompones es sencillo, aunque al ser tan pequeños es un trabajo de chinos. Son los primeros pompones de este estilo que hago y para aprender a hacerlos seguí estas sencillas instrucciones.

¿A que parece fácil de hacer? Pues anímate porque cuando te pongas manos a la obra verás que en realidad es tan fácil como parece. Aunque si eres de las que te da pereza el ganchillo o se te enredan los hilos, siempre puedes pedir tu funda en nuestra tienda 😉

Regalo para el día del padre: ¡Una corbata!

Ayer, día del padre, se nos ocurrió darle las gracias a nuestro papá por ser tan bueno con un pastel sin gluten y sin azúcar (quedó buenísimo), y con una corbata… ¡de ganchillo!

Es una labor muy sencilla de tejer, pues solo hay que seguir las líneas sin estar atenta a los aumentos, aunque reconozco que a veces resulta un poco pesado por su monotonía. Además, seguimos el patrón de Ohvillo pero con modificaciones, ya que usamos un hilo muy fino y si seguíamos al pie de la letra el patrón, la corbata nos quedaba muy estrecha.

Usamos dos ovillos de lana 100% acrílica, porque ya se sabe que las corbatas suelen mancharse de vino y luego hay que lavarlas 😉 Combinamos dos colores perlados, uno gris azulado y otro blanco, y el grosor del hilo era tan fino que tuvimos que tejerlo con un ganchillo del 4 (¡aunque en la etiqueta recomendaban el del 2!). Finalmente modificamos el patrón de Ohvillo de la siguiente manera:

– 11 cadenetas.

– 9 puntos bajos empezando en la tercera cadeneta a la izquierda del ganchillo.

– Girar + 1 cadeneta + 9 puntos bajos empezando en el tercer punto a la izquierda del ganchillo.

– Repetir hasta conseguir los 91 cm de largo.

– 1 cadeneta + 1 aumento en el tercer punto de la izquierda del ganchillo + 7 puntos bajos + 1 aumento (11 puntos en total)

– Girar + 1 cadeneta + 1 aumento en el tercer punto de la izquiera del ganchillo + 9 puntos bajos + 1 aumento (13 puntos en total)

– Girar + 1 cadeneta + 13 puntos bajos empezando en el tercer punto a la izquierda del ganchillo.

– Repetir hasta los 20 cm de largo y tejer dos lineas de color blanco.

– Continuar con el color gris y volver a cambiar al blanco a los 6 cm de largo.

– Repetir dos veces y acabar tejiendo con el color gris hasta conseguir una largada total de la corbata de 132 cm.

Para conseguir un final triangulado, lo que hicimos fue seguir el consejo del patrón de Ohvillo: Coser las puntas de la parte final de la corbata. Al principio intenté darle la forma triangular con unas cuantas disminuciones, pero creemos que el resultado final es mucho mejor si se cosen las puntas.

Tejer con un hilo tan fino no es sencillo y aún menos cuando incluyen cambios de color como el blanco (los puntos son más difíciles de ver en colores claros), pero el resultado no está nada mal y, personalmente, nos gustan los colores claros.

¿Y vosotr@s, también hicisteis algún regalo hecho a mano para el día del padre?

Bolsito con boquilla

Mi madre no para de hacerme encargos. En vez de decidirse de una vez a aprender ganchillo o macramé, nos pide a Marina y a mí que le hagamos un gorrito, un cuello, una pulsera o un bolsito/neceser para llevarse en los viajes y escapadas. La verdad es que no me quejo. Es una buena oportunidad para practicar y aprender nuevos patrones, o para crear algunos. Y lo mejor es que no puede quejarse del resultado ni reclamar que sus pedidos se terminen más rápido. Una hace lo que puede y, si encima es el primer bolsito y se está lanzándo a crear un patrón proio, no puede esperar que su demanda sea satisfecha en tres días.

Finalmente lo acabé en dos meses. Ella escogió los colores y el material (100% algodón) y luego a mí me tocó el largo y lento trabajo de inspirarme viendo modelos de monederos con boquilla por internet. Finalmente me decidí a seguir más o menos el estilo vintage que diseñó hamoraima (la verdad es que cualquiera de los monederos que teje esta chica me gustan mucho). Pero me apetecía crear un diseño más o menos original y además el tamaño y forma de la boquilla era diferente, así que tuve que improvisar bastante por el camino.

Me puse manos al ganchillo y, después de hacer y deshacer mil veces, salió esto:

Mi madre quedó contenta, aunque yo me he quedado con las ganas de probar ideas nuevas que me han ido surgiendo por el camino. Quizás me animo a hacer otro. Puede que esta vez sea más pequeño; del tamaño de un monedero.

Como el resultado nos ha gustado mucho, hemos decidido incluir este bolsito en nuestra tienda. También hemos creado un patrón para los que queráis animaros a hacerlo con vuestras manos. Podéis encontrarlo aquí o clicando en la imagen de abajo. No os asustéis por lo que he dicho antes. Tardé tiempo y esfuerzo en hacerlo pero porqué también estaba diseñándolo. En realidad el patrón es sencillo y bastante rápido de tejer.

Por cierto, ¿ya sabéis cuál ha sido el próximo encargo de mi madre?

Con esta entrada colaboro con el día de la madre del blog Hecho para peques.

Cuello con punto trigo

Marina está preparando un regalo especial y no tiene tiempo de actualizar, así que hoy me toca otra vez a mí enseñaros algo de lo que hemos hecho estos últimos meses. Aprovechando que aún estamos en invierno (aunque por aquí el frío no aprieta), se me ha ocurrido mostraros otro de los cuellos que realicé para la família, esta vez para mi madre. Quizás os sirve de idea para haceros vuestro propio cuello de ganchillo (o encargarlo aquí 😉

El punto de este cuello combina puntos altos y puntos garbanzos con un resultado de espiga que le da un toque diferente. Pero no solo escogí este tipo de punto porque me parecía original, sino también porque combina bien con el gorro que hice hace un tiempo atrás.

Como era mi primer cuello de dos vueltas, me salió más largo de lo esperado. Como veis, dándole dos vueltas alrededor del cuello queda bastante largo y, ahora que la lana se ha dado un poco, ¡mi madre incluso puede ponerselo dándole tres vueltas! Aún así sigue quedando muy bien y, sobre todo, cumple su función: Abrigar.

Un cuello y un regalo

Esta vez Marina y yo nos intercambiamos los roles; ella se ha puesto detrás de la cámara y yo delante. Pero lo que realmente importa no es quién aparece hoy en las fotografías si no el qué.

Castigada de cara a la pared.

¿Os gusta mi cuello? Fue el primero que hice y, como quería aprender un punto nuevo, decidí lanzarme a hacerlo con el punto piña. El efecto bola de este punto me encanta. Consigue un efecto muy esponjoso y voluminoso con un resultado muy calentito.

No me gusta estar en frente de la cámara, ¿se nota?

Bueno va, ya me doy la vuelta…

 

Este cuello fue el primero que subimos a la tienda y nos alegra mucho el éxito que ha tenido. Desde que lo pusimos a la venta, hemos hecho diferentes versiones, uno en gris, otro en marrón clarito y uno blanco con pompones. Todos quedaron muy bien. Así que ya sabes, si quieres uno para ti, en otro color o en el mismo que me ves llevando en las fotos, puedes comprarlo aquí. Si lo compras antes del 31 de marzo tendrás un descuento.

Pero si eres de las que te gusta hacerlo tu misma, aquí tienes el patrón. ¡Solo cuesta 2.50€! Aunque si te suscribes a la newsletter de nuestro blog, te lo enviamos gratis. Puedes hacerlo pinchando aquí. Solo debes escribir tu correo y nombre y cada vez que publiquemos en el blog recibirás nuestras entradas en tu correo. Así de fácil es estar al día de lo que hacemos. Además, por suscribirte en el blog te mandaremos algún que otro regalito para demostrar nuestro agradecimiento. El primero es el patrón de este cuello, pero sigue atenta porqué vendrán más.

Marynoshka

Después de tres años haciendo amigurumis, al fin me he atrevido a hacer un amigurumi propio. Es decir, uno con el que bien orgullosa puedo decir que no he seguido ningún tutorial ni patrón, aunque si he cojido ideas de varios de ellos. Mi hermana siempre me insistía en que ya era hora de que me atreviera a hacer algún patrón por mi cuenta. Sin embargo, yo nunca me atrevía, pero llevaba tiempo con una idea en mente: Quería hacer una Matryoshka para sorprender a una amiga, y como no encontré ningún tutorial que me convenciese ¡me lanzé a la aventura!

Es así como ha nacido Marynoshka, la muñeca rusa hecha especialmente para mi amiga Clara. Una amante de Rusia y de todo lo relacionado con el Russki. Clara tuvo la gracia de bautizarla con este nombre (Matryoshka + Marina = Marynoshka). Ella dice que la cara de la muñeca es totalmente igualita a mí, y yo me lo tomo como un cumplido, ya que la idea es que siempre tenga la muñeca cerca, para acordarse de mí y de mis buenas lecciones… Y más ahora que me abandona para volverse a París, una ciudad que la tiene atrapada – Ploja -.

Lo que más me ha gustado de hacer la muñeca, es tener que improvisar los aumentos y las disminuciones para obtener diferentes resultados. Por ejemplo, haciendo una vuelta de disminuciones seguida de otras vueltas con aumentos graduales, es como he conseguido el efecto curvado en el cuerpo, y haciendo el doble de aumentos en cada muñeca, me ha permitido que dentro de ella cupiera otra igualita, con suficiente espacio para no quedar comprimida.

Et voilà! De una muñeca… salen tres.

Muñecos y Sonajeros

Hará ya un par de meses, empecé mi aventura por el mundo de las creaciones para bebés. Algunas de mis amigas han tenido su primer y segundo hijo o hija, ello me animó a probar algunos tutoriales nuevos para hacerles un regalo bien especial. He de reconocer que como siempre, los primeros intentos no fueron los mejores, pero si a los que dediqué más empeño y tiempo.

Para empezar, me inicié con un chupete a croché, siguiendo el tutorial de Tejiendo Perú. El resultado fué bastante bueno, ya que los pasos estan muy bien explicados y su tamaño pequeño hace que en menos de una hora ya puedas tenerlo listo. No obstante, fué aquí donde aprendí la importancia de la seguridad a la hora de hacer muñecos para los más pequeños. Y es que quise añadirle al chupete un cascabel decorativo, pero al coserlo por fuera resultó potencialmente peligroso, puesto que si se desprende el bebé podría tragarselo. Es por ello que os recomiendo que los cascabeles siempre los pongais dentro del muñeco, evitando así posibles peligros.

Mi segunda creación fué un muñeco dormilón, siguiendo el tutorial de Lanas y Ovillos. Este me llevó más tiempo, pero hacerlo no fué muy complicado. Para mi primer dormilón, el primer error que cometí fué usar lana 100% acrílica, lo que hizo que el resultado no quedara tan bonito. El detalle de los ojos tampoco terminaba de dominarlo y los brazos me quedaron algo más largos de lo debido. Por ello, en los siguientes dormilones, he usado lana 100% o 60% merino, y también he preferido no hacer los brazos, ya que creo que es mejor para que el bebé pueda arrimarse mientras duerme.

Por último, me atreví a probar con un sonajero en forma de oso, siguiendo otro tutorial de Lanas y Ovillos. El resultado me gustó mucho, pero hacerlo me llevó bastante más tiempo, ya que los detalles de las orejas, la boca y los ojos son bastante entretenidos. Al final, decidí hacerle algunos cambios al diseño. Por ejemplo, la cabeza me parecía un poco pequeña, así que añadí una vuelta más de aumentos para que quedase algo más grande, y los ojos he preferido hacerlos sin el añadido de la redonda, ya que no terminaba de convencerme.

Los resultados finales de algunos de estos experimentos podéis juzgarlos vosotros mismos visitando la tienda Amànima. Ya que ahora forman parte de nuestra colección para bebé. Colección que por ahora está integrada por muñecos y sonajeros, pero que más adelante queremos ampliar con gorritos, peúcos y otros elementos con los que hacer Kits para regalo.

Mi primer Amigurumi

Mi primer encuentro con los hilos fué a través de estos monstruitos, hará ya más de 3 años. Justo al terminar la Universidad, el mundo del tiempo libre se abrió camino de nuevo en mi rutina. Por fin podía empezar a dedicar tiempo a todas aquellas cosas que siempre quise aprender pero nunca tuve tiempo para ello. Fue entonces cuando decidí apuntarme a un taller de amigurumis, una técnica japonesa para tejer pequeños muñecos.

Recuerdo muy bien aquel día, porque realmente sufrí. Por supuesto disfruté muchisimo con el resultado y aún hoy conservo mi primer monstruito, del que me enamoré al instante a pesar de no hacer más de 10 cm de alto -es el de tres ojos, color rosa, justo a la derecha de la foto-. No obstante, recuerdo que mis manos no conseguían entender como con una aguja de 3.5 mm podía ir entrelazando hilos hasta conseguir crear alguna forma decente. Fueron muchas las veces que tuve que deshacer y rehacer, empezar de nuevo, pedir ayuda a la tallerista… Pero mis manos tenían tantas ganas de crear un adorable monstruito que incluso me inventaba puntos diferentes, por no decir que simplemente hacía el punto al inrevés. Mi amiga Georgina, quien una vez más se animó a acompañarme en uno de mis antojos, fue testigo de todo este sufrimiento. Con nuestros dedos doloridos nos ibamos animando mutuamente para no desistir. Y gracias a ella el proceso se hizo más esperanzador, pues el ver que no era la única con problemas para dominar la aguja subía un poco los animos… ¡Con perdón, Geor!

A partir de aquel día no he parado en mi aventura por el mundo de los muñequitos. Tuve que valerme de varios tutoriales para recordar bien cómo hacer cada punto, estos también me sirvirieron para coger ideas y no perderme contando. No puedo decir que mis avances hayan sido milagrosos, aún hoy sigo encontrando muchas dificultades para improvisar y crear nuevas formas. Pero sí es cierto que son bastantes las personas que tienen algunas muestras de mis pinitos, y es que además de ser entretenido, los amigurumi son un gran detalle para sorprender a los que más quieres. Aunque a veces me pregunto si realmente apreciarán el esfuerzo y amor puesto en cada uno de mis muñecos, incluso en aquellos con menos suerte y no tan apuestos…

En fin, este post es solo el primero de muchos más que están por venir. Con cada post, no quiero más que animar a otras personas a aventurarse en el mundo de los hilos. Y a los que estas artimañas ya os quedan algo más lejos, solo os pido consejos para poder seguir mejorando día a día y muñeco a muñeco.

Ahora te toca a ti: ¿Cuál fue tu primer amigurumi?